Korn en Paraguay: la revolución del pogo

No se diogratis en la Plaza de la Democracia, pero finalmente se hizo justicia y tuvimos a Korn tocando por primera vez en nuestro país. La agrupación liderada por Jonathan Davis cerró de forma imponente la tercera y última fecha del Personal Fest ’13, pero antes del plato principal hubo varias degustaciones más que exquisitas provenientes de este lado del continente.

Los grupos de la casa, Pipa Para Tabaco, Steinkrug, Revolber, Salamandra, Epsylon y Nhandei Zha (estos dos últimos ganadores del concurso de bandas organizado por Personal) fueron los primeros anfitriones del evento en la calurosa tarde de sábado, tocando lo mejor de sus respectivos catálogos en los escenarios alternativos preparados para la ocasión.

Un punto a destacar aquí es que las bandas nacionales sonaron como siempre debieron sonar en eventos de estas magnitudes, hablo en materia de calidad de sonido y volumen que se les asignó. En anteriores festivales se notaba una abismal diferencia que se tenía con los artistas internacionales de turno.

Ni medio minuto luego de que culmine el show de Salamandra, apareció en el escenario principal Catupecu Machu, agrupación argentina que vino a buscar su revancha en el país luego de aquel bochornoso incidente ocurrido hace un par de años en su última visita. Vaya que lo consiguieron.

La química que tuvo el público con la banda de Fernando Ruíz Díaz se notaba de acá a Urano. Pese a unos ligeros desperfectos técnicos al inicio (por los que Fer puteó y mando al frente a su sonidista), el toque de este cuarteto fue -como el mismo cantante lo dijo- felicidad pura. Un show que daba para filmarlo y sacar DVD. Hubo desde un homenaje a su compatriota, el genial compositor Lisandro Aristimuño, hasta un cover de Ramones.

Ruíz Díaz en todo momento no paró de agradecer a los espectadores por la respuesta que tenían a la gran mayoría de sus temas. En un momento dado fue tanta su emoción que le salieron lágrimas que no intentó ocultar, en aquel instante recordó a su hermano y ex miembro de la banda, Gabi, que sufrió un accidente automovilístico en el año 2006 y se encuentra en estado delicado desde aquel entonces.

El mosh continuaba con Flou en el escenario de al lado. Los que ya tuvieron la posibilidad de verlos en vivo saben la potencia a la que se exponen, sobresalió de su setlist, la versión que realizan de “Ella Usó Mi Cabeza Como Un Revolver”, aparte de sus ya infalibles éxitos “A Tu Lado” y “Ansias”.

Finalmente los relojes marcaban unos cuantos minutos pasadas las 22:30hs., todas las miradas puestas en un solo escenario que iba a albergar durante una hora y media a un nuevo hito en la historia de shows internacionales en Paraguay. Korn y toda su parafernalia hacían acto de presencia en el Jockey Club ante una audiencia aproximada de 20.000 personas muy agitadas.

Ray Luzier toma asiento frente a su maquinaria de doble bombo y empieza a golpear suavemente sus platillos llamando al resto de sus compañeros para unírsele en “Blind”, el destructor primer single de la banda que cuenta con una de las intros más exaltantes de los 90s. ARE YOU READY?!!! es lo primero que dice Davis y la respuesta es un pogo descomunal.

El pequeño gran detalle del show fueron los 21 fans (gracias Luis Funes por el dato) pue fueron seleccionados de entre el público para presenciar el concierto entero dentro de una jaula ubicada en el fondo del escenario. Todos chochos ellos mientras la banda agita sus dreadlocks y vencen demonios internos con “Twist” y la tormentosa “Falling Away From Me”.

Jonathan no necesitó leer antes de venir ese manual básico de cosas que no puede dejar de hacer un cantante internacional en Paraguay para ser querido por siempre sin necesidad de caretear con la albirroja. El y su banda ya tienen un público ganado acá desde hace años, sólo faltaba concretar este primer encuentro entre artista y su público, fue tan genial presenciar eso.

Combinando temas de todos sus discos en el setlist, Korn presenta una mixtura de nü metal, rock industrial y cuotas de dubstep en canciones como “Narcissistic Canibal” y “Get Up!”, armas de doble filo que pueden causar bronca en sus versiones de estudio pero resultan 100% efectivas en vivo, no hay nada que discutir ahí.

De hecho que no hay cese del fuego en ningún momento, aparte de las pausas que se toman entre tema y tema. Los hits de la década pasada no se hicieron esperar demasiado ya que a la mitad del set fueron de la partida “Coming Undone”, “Did My Time” y “Here to Stay”, casi provocando decapitación a quien escribe debido a un exceso de revoluciones en el bangueo.

El frontman en una de sus pocas interacciones con el público, pidió que levantáramos el dedo del medio al aire y gritáramos “fuck that!”, un preludio para “Y’All Want a Single”. La cereza de la torta vino con la inédita versión que hicieron de “Another Brick In The Wall” en la que se pudo apreciar un poco mejor las dotes de cantante de Jonathan y con ello se retiraban para luego reaparecer y tocar otros tres temas más, maldito ritual predecible.

En el bis, se notaba a la gente agotada después de tantas sacudidas, “Got the Life” y la hiper conocida canción de la bala, “Freak on a Leash” ponían punto final a este recital que la rompió. El scat característico que realiza Jonathan casi al terminar la canción ya queda guardado en el disco duro imaginario de la gente y será utilizado como prueba irrefutable de que vimos a su banda en vivo. Por más pogos como estos, salud.

pd.: fue muy simpático ver a Head y Fieldy al terminar todo como tiraron al público una cantidad excesiva de púas, como para que nadie se quede sin souvenir.

Videos: MrAlvaroh, duratestoland y blogdeondaTV.

Fotos: Ross Noirche.

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