40 años deseando que estés aquí: Wish You Were Here

El pasado 12 de setiembre se cumplieron 40 años de que un álbum marcado por la nostalgia, la añoranza y el recuerdo llegara a las tiendas de discos de todo el mundo: «Wish You Were Here» de Pink Floyd. Dedicada a la memoria de su antiguo líder consumido por la locura Syd Barrett, esta obra es la más estimada por muchos de los fanáticos y algunos de los miembros del grupo, y considerada como uno de los más conmovedores testimonios de la historia del rock.

Wesh you where

 

En 1973 Pink Floyd, una banda salida del antiguo underground psicodélico londinense, había conseguido convertirse en uno de los grupos más grandes del mundo, con niveles de popularidad poco creíbles para una agrupación de su naturaleza, con el lanzamiento de «The Dark Side Of The Moon». Este éxito trajo una riqueza y una fama antes desconocidas para sus miembros y, si bien esto los hacía muy felices, al mismo tiempo también los dejó sumamente agotados tanto física como mental y emocionalmente.

Para el 74 Waters, Gilmour, Wright y Mason ya habían compuesto material nuevo que venía siendo interpretado durante la gira del anterior disco. Entre las canciones del nuevo repertorio se encontraba una llamada «Shine On You Crazy Diamond», un sentido y extenso tributo al ex Floyd Syd Barrett. Esta terminaría siendo elegida como la canción central del álbum, que desde un principio fue planteado como una manera de expresar como el éxito había cambiado para siempre a los Floyd, además de denunciar la manera en la cual los sentimientos humanos prácticamente se encontraban ausentes en la industria de la música.

«¿Recuerdas cuando eras joven y brillabas como el sol?» es la frase con la que abre «Shine On», dejando en claro desde el primer momento como el antiguo líder del grupo fue la principal inspiración. La obra continúa con «Welcome To The Machine» que, como su nombre lo indica, nos da la bienvenida a un mundo superficial y frívolo, del cual no nos sentimos parte, en el que nos sentimos incómodos, pero en el que siempre quisimos estar mientras no conocíamos su lado oscuro: la fama, universo al cual la banda acababa de entrar descubriendo que no les gustaba.

Abbey Road studios recording Wish You Were Here

Siguiendo en la línea del anterior track, «Have A Cigar» nos muestra el nivel de ignorancia con el cual muchos ejecutivos de la industria se dirigían a los miembros de la agrupación a través de la frase «¿Which One Is Pink?» o «¿Quién de ustedes es Pink?», pregunta que ellos tuvieron que escuchar más de una vez en su carrera.

Los Floyd dejaron ver un lado suyo que muy pocas veces salía a la luz con la canción que da nombre al álbum: «Wish You Were Here». Enfocándose en el tema de la ausencia y la nostalgia, esta obra es probablemente de las más emotivas del grupo; una balada acústica, con algo de aire a música country y con una letra en la cual todo ser humano que extraña a alguien puede verse identificado. Tal vez sea por esta razón justamente que con el tiempo se convertiría en uno de los grandes himnos de la banda a nivel mundial.

Un 5 de junio del 75, mientras el disco se estaba grabando, un hombre calvo, obeso, de cejas afeitadas y con una bolsa de plástico en la mano irrumpió en los estudios Abbey Road donde los Floyd trabajaban. Roger, Dave, Nick y Rick lo observaron varios minutos sin poder reconocerlo hasta que descubrieron horrorizados su identidad: era Syd, y estaba tan deteriorado que causó las lágrimas de algunos de los presentes al notarlo. Ante la pregunta de como había ganado tanto peso Barrett respondió que había comido muchas chuletas de cerdo que tenía en una gran heladera de su casa. En algún momento de su estadía llegó incluso a decir que estaba listo para aportar su ayuda a la banda. Estuvo como invitado en la boda de Gilmour, que se realizaba ese día en los estudios de EMI, pero se marchó sin despedirse y sus antiguos compañeros no volverían a verlo hasta su muerte 31 años después.

descarga

Aunque desde un principio estaba planeado que el álbum finalizase con la segunda parte de «Shine On You Crazy Diamond», lo más probable es que la perturbadora aparición del viejo Syd por los estudios haya influido en el final de la canción y del disco: ejecutado por el teclado de Richard Wright, en los segundos finales, podemos oír el estribillo de «See Emily Play», uno de los primeros éxitos del grupo, compuesto por Barrett.

Comentá

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.